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Proveedores
Laura de la Fuente
Directora de Renta 4 Banco en Huelva
DepĆ³sitos griegos en peligro
10/02/2015

El nuevo gobierno heleno se enfrenta a un grave problema de financiación. Para el ahorrador de “a pie” ya no es tan importante la salida del euro que lo vemos poco probable como la pérdida (quita) de sus ahorros en depósitos. Recordemos la garantía de los depósitos hasta 100.000 euros.

Hasta ahora, ningún griego ha perdido un solo euro de sus depósitos bancarios gracias a la financiación extraordinaria suministrada por el Banco Central Europeo (BCE) en los mayores momentos de tensión.

Los bancos de la Eurozona acuden al BCE a obtener financiación de forma recurrente, depositando como garantía activos con una calificación crediticia (rating) mínima. Cuando un banco no posee activos con el rating mínimo exigido, o en el caso en que los bonos soberanos de su propio país han dejado de ser aptos como garantía, la entidad ha de recurrir a su propio banco central en busca de financiación extraordinaria, quien a su vez obtiene la liquidez a través de la provisión urgente de liquidez (Emergency Liquidity Assistance, ELA).

Este sistema permite que los bancos de la Zona Euro se financien a través de su propio Banco Central en "circunstancias excepcionales", como las acontecidas ahora en Grecia.

De acuerdo con la normativa del BCE sólo se puede proporcionar liquidez a través de este mecanismo a bancos con problemas temporales de liquidez pero solventes.
Pero la situación actual es:

-En las últimas semanas han salido más de 14.000 millones de euros de los depósitos griegos.
-Amenaza constante de bajada de rating
-Incapacidad de financiarse en el mercado

Los bancos cada vez serán menos solventes y el BCE dejará de proporcionar liquidez.

Sin la financiación del BCE los bancos deberán reestructurarse imponiendo pérdidas a los acreedores, incluyendo aquí a los depositantes.

Al financiar el BCE vía el ELA a los bancos griegos hace que día a día aumente el riesgo de que estos puedan hacer frente a la retirada de sus depósitos.

Y el problema es que este hecho es independiente de la renegociación de las condiciones (o incluso en la cuantía de una eventual quita en la deuda pública actual) con los organismos internacionales, que es lo que se está proponiendo desde el nuevo gobierno griego.