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 Foto: Heconomía
Javier Morato: “Esto no va de hacer marca propia, sino de quitarnos complejos y valorar más el calzado de Valverde”
25/02/2020 / María Mojarro

El empresario valverdeño triunfa actualmente con una línea vanguardista de zapatos a la que une la tradición y la creación de piezas únicas desde su pueblo al resto del mundo

Confiesa que su sueño es crear un nuevo modelo de negocio en Valverde del Camino, donde nació, y en el que la industria zapatera sea uno de los principales protagonistas. El onubense Javier Morato dejó hace unos años la banca para dedicarse de lleno a una profesión que conoce desde pequeño y en la que se encuentra volcado al cien por cien. Hijo de padres zapateros, el empresario triunfa actualmente con una línea vanguardista a la que une la tradición y la creación de piezas únicas desde su pueblo al resto del mundo.

JMVC nació de forma definitiva en 2018, sin embargo, Javier Morato trabajó en ella durante más de cinco años en un proceso del que admite sentirse completamente enamorado y por el que dejó su oficio anterior, en el que encuentra numerosas similitudes.

¿Cómo definiría JMVC?
Lo que hay detrás de JMVC es mucho más amplio que presentar al mercado una nueva marca o una colección de calzado, el objetivo es más global y consistente en generar un modelo de negocio que crezca de una forma sólida y estable; generando empleo de calidad para la localidad, reparto de riqueza y bienestar social. Estas son las raíces sobre las que nos gustaría que se apoyase el árbol de la mora, los cimientos fuertes sobre los que se sostengan las estructuras.

Tres son los pilares en los que se fundamenta nuestro proyecto cuyo objetivo principal pasa por desarrollar un modelo que suponga un reposicionamiento absoluto de la industria y la generación de riqueza loca: Valverde del Camino, el capital humano y el modelo productivo y de negocio.

Partiendo de nuestra esencia, valores y los conocimientos de un siglo de historia zapatera, volver a posicionar a nuestro pueblo donde se merece y de donde nunca debió salir. Situar a la marca de garantía Valverde del Camino entre las grandes de Europa.
Pero no lo haremos pivotando alrededor de un producto (como en su día con “El Boto”) sino de un modelo de negocio y una industria integrada verticalmente, desde el diseño, hasta la producción y la distribución. Es decir que Valverde se convierta en un referente en la industria zapatera no por un artículo sino por una forma de hacer, un cluster. Los productos pasan de moda, los modelos de negocio perduran en el tiempo.

Nuestro lema “always people first”. Un compromiso absoluto con poner en valor el capital humano (sobre todo dando visibilidad a la mujer aparadora), planes de igualdad de género, sueldos y beneficios sociales ajustado al convenio, incluso mejorándolo siempre que sea posible. Transparencia absoluta para todos/as.

Con planes de formación y de carrera para nuestros/as artesanos/as que le permitan desarrollarse dentro de la compañía, o incluso si quisieran hacerlo fuera de ella. Hacer atractiva la industria a los jóvenes con acuerdos de formación dual en colaboración con escuelas internacionales, intercambiando y cultivando talento. Unas nuevas instalaciones abiertas a todos/as, donde conviven artesanos/as, profesores, alumnos, diseñadores, clientes…

Queremos que sea un ambiente sano, de creación y diseño, con buenas energías; donde todos/as trabajemos de la mejor forma y sobre todo seamos felices y disfrutemos de nuestra profesión. Un grupo de personas que además de preocuparse por sus carreras lo hagan también con la sensibilidad social de apoyo a colectivos desfavorecidos, mirando más allá de una jornada laboral, con generosidad y solidaridad.

Desarrollaremos un modelo totalmente disruptivo que mira al futuro con inversiones en I+D+I que optimizan la productividad y nos hace competitivos, elevando los estándares de calidad para cumplir criterios internacionales, con herramientas que permiten monitorizar todo el proceso haciendo al cliente formar parte, casi en tiempo real, incluso con tecnología blockchain que permite garantizar la calidad de nuestra materia prima, su procedencia y que el artículo esté íntegramente manufacturado en Valverde. Todo integrado verticalmente y comprometida con el medio ambiente.

En definitiva un proyecto que mira al futuro manteniendo lo bueno del pasado y nuestras raíces, desde la humildad pero con fuerza, desde el respeto pero sin miedos. Salir al mercado con la confianza de alguien que sabe hacer bien las cosas, porque nuestra historia nos avala, quitarnos complejos mirando a un futuro que es incierto pero que queremos recorrer con paso firme, ilusión y confianza.

¿Cuándo surge la idea de crear su propia línea de calzado?
Ha sido un proceso que fue madurando poco a poco y que duró más de 5 años. He estado viviendo en muchos sitios, nacional e internacionalmente, y siempre que me preguntan de donde soy mi respuesta es la misma “soy de Valverde del Camino”. En la mayoría de los casos debía explicar que se trata de un pueblo de Huelva (cerca de Sevilla debo matizar incluso a veces sobre todo fuera de España), pero en otros muchos casos siempre escuchaba la misma cantinela “ah!!! Eso es donde las botas camperas verdad?”

Era consciente de lo que suponía la marca de garantía de mi pueblo fuera de nuestras fronteras. Lástima que esa garantía está limitada a un producto en particular “el boto” y no a una industria en general. Siempre decía a mi padre que no tenia sentido que teniendo zapateros en casa yo tuviese que comprar mis zapatos del día a día fuera. Aquí nació mi inquietud por intentar aprovechar las estructuras productivas para fabricar otros artículos.

Comencé a formarme personalmente y a invertir en la formación de los artesanos en fábrica porque, aun siendo zapateros, el modelo de negocio, los artículos, las materias primas, los estándares de calidad, las maquinarias y la adaptación de estas, etc… son totalmente diferentes. Esto nos costó del orden de 3 años aproximadamente hasta presentar nuestra primera colección en Momad 2015.

A partir de esa fecha seguimos creciendo poco a poco, incorporando a compañeros de viaje: agencia de diseño gráfico con los que trabajamos durante casi 9 meses para crear JMVC-Javier Morato Valverde del Camino, agencia de comunicación que nos ayudó en los orígenes a dar visibilidad a nuestra marca y proyecto, y nuestro partner digital.

Todo se alargaba un poco más porque mi compromiso con la banca era absoluto, por lo que buscaba días festivos, vacaciones, durante muchos meses quedándome hasta horas intempestivas. Es a partir de Febrero de 2018 es cuando decido dar el paso definitivo y dedicación exclusiva a mi proyecto vital.

Dejó la banca para ello, ¿por qué decidió dar este cambio?
He vivido mi carrera en el mundo financiero con pasión, como todo lo que hago en mi vida. En cuanto siento que esta pasión se va mermando, mis inquietudes hacen saltar como un resorte interno que me llevan a ir más allá, a buscar nuevas metas, nuevos objetivos, nuevos retos que vuelvan a motivar ese sentimiento pasional.

Esto creo que puede definir el hecho de que en 18 años haya pasado por más de 10 ciudades en diferentes países, en una trayectoria profesional que he disfrutado mucho, de la que he aprendido y la que le debo todo.

Pero es ahora cuando todo comienza a tener sentido, me doy cuenta de que toda esta carrera no ha sido sino la formación previa para estar preparado para asumir la responsabilidad que supone liderar este proyecto. Sin duda la amplitud del proyecto, los agentes que estamos comprometiendo y los retos y objetivos tan ambiciosos, suponen realizar un ejercicio de responsabilidad importante.

Es con la toma de conciencia de este hecho cuando descubres que además de esa pasión necesaria que sirve de gasolina, ahora también tienes la seguridad de haber encontrado tu lugar en el mundo… que todo ha sido una preparación para afrontar tu destino. En ese momento los miedos desaparecen, pasas de la estabilidad laboral a la inestabilidad empresarial, de las garantías y beneficios sociales a la incertidumbre, de la rutina de lunes a viernes a la dedicación exclusiva…. Pero lo haces con una seguridad interna aplastante, el cambio no solo fue inevitable sino vital.

¿Echa de menos su antiguo oficio?
La sensación es única, tener claro que uno está haciendo aquello para lo que cree que ha nacido. Cuando hablo de ser para mí un proyecto vital engloba tanto que responde directamente a tu pregunta. Salga como salga, seamos o no capaces de conseguirlo, de lo que no tengo dudas es que este es mi destino.

Yo no estoy casado, creo que cuando una pareja se casa lo hace porque están pensando en pasar toda su vida juntos… ¡Para siempre! Pues en mi caso (y salvando las distancias de lo personal y profesional) es la primera vez que siento que algo es para siempre y esto te genera una sensación de seguridad aplastante. Haber encontrado tu lugar en el mundo, y que haya ocurrido con 40 años, me hace sentir afortunado, máxime cuando vuelve a meterme en la caja de zapatos en la que he nacido, mis orígenes.

Aunque sean dos sectores diferentes, ¿encuentra similitudes?
Realmente hay más similitudes de las que parecen. Ambas son industrias muy maduras, con márgenes estrechos y mucha competencia con pocas alternativas para la diferenciación. Mi experiencia pasada en banca me está ayudando mucho para ver el modelo de negocio desde otra dimensión y esto, en si mismo, genera un valor diferencial.

Por la parte productiva igualmente hablamos de similitudes porque ambas son intensivas en capital humano; los perfiles de colaboradores totalmente diferentes por supuesto (los/as artesanos/as vs empleados/as de banca) pero al final hablamos de personas que es lo más importante y aquí hay mucha diferencia por lo impersonal de la industria financiera en lo que a gestión de recursos humanos se refiere.

Por la parte de la distribución aquí si hay diferencias importantes y sin duda alguna la implementación de un modelo en otro supone ser disruptivos en la industria del calzado. Ambas industrias tienen un reto importante en el corto, medio y largo plazo; hablo de adaptarse a las nuevas tecnologías, de modernizase, de cambiar el modelo de negocio poniendo al cliente en el centro, transparentes, sostenibles, cercanos, flexibles, adaptativos.

Es aquí donde creo que rompo con mi pasado, con un modelo, unas estructuras, una dirección y un liderazgo que nada tiene que ver con el mío.

¿En qué momento se encuentra la empresa?
Después de todos estos años trabajando en el back, restructurando el proceso y la planta productiva, haciendo la formación del equipo de artesanos/as, desarrollo de producto y colecciones, así como todos los trabajos de creación y posicionamiento de marca; nos encontramos en pleno proceso de expansión de tiendas propias y del canal de distribución en general.

Pero nuestra estrategia es claramente omnicanal y esto supone no solo tener puntos de venta físico, es también tener una fuerte presencial digital, mezclar lo virtual con lo analógico, dar servicios de valor añadido, etc. En definitiva poner a las personas en el centro, pensar y trabajar por y para ellos/as.

Nos encontramos en el momento por lo tanto de la personas, de hacerles sentir bien, que se reconozcan en nosotros, que nuestros artículos no solo cubran una inquietud de comodidad, de exclusividad o de moda, que calzar JMVC sea además la sensación de pertenencia a algo.

Nosotros no estamos en el negocio del calzado sirviendo a personas, JMVC está en el negocio de las personas sirviendo calzado. El enfoque cambia y mucho, buscando un vinculo emocional muy fuerte con nuestros colaboradores que se convierten en partners transmitiendo y cuidando lo que implica llevar en sus pies nuestros artículos.

¿Cómo ha crecido desde su inicio hasta la actualidad?
El desarrollo durante los primeros años fue muy lento, sobre todo por mi compromiso con la banca y el poco tiempo libre que me quedaba, la industria es muy exigente con sus ejecutivos. Es a partir de febrero de 2018 cuando decido dedicarme en exclusividad al proyecto y comienza a tomar mayor impulso.

En estos dos últimos años, ya con nuestra colección en el mercado, el equipo de fábrica formado, las estructuras productivas adaptadas, la mudanza a las nuevas instalaciones en Valverde del Camino finalizadas, las nuevas inversiones en maquinaria puestas a punto y funcionando, así como todo el trabajo de posicionamiento de marca, presencia en ferias internacionales y nuestra página web; comenzamos con el plan de apertura de tiendas, con una estrategia clara de posicionar tiendas propias a nivel nacional para seguir posteriormente con nuestra expansión internacional. Es nuestra vocación llevar la marca Javier Morato Valverde del Camino fuera de nuestras fronteras.

¿Qué ha aprendido durante estos años?
A lo largo de mi carrera en la banca he tenido la oportunidad de aprender muchísimo. Por un lado de tantos compañeros con los que he tenido la ocasión de trabajar y a los que estoy inmensamente agradecidos; por otro lado cada mudanza suponía prácticamente comenzar de nuevo, nueva ciudad, nuevas relaciones, nuevos retos; y esto implica desarrollar habilidades de adaptación y liderazgo. Y por último también debo hacer referencia a mi obsesión por la formación, casi no terminaba de acabar un curso, un máster o una formación específica… y ya estaba buscando la siguiente.

Pero sin duda alguna el aprendizaje de estos últimos años como empresario está siendo de una intensidad que no puedo conseguir explicar con palabras. Dice el dicho que “cuando seas padre comerás huevo”, que al parecer puedes entender lo que implica ser padre pero que hasta que no lo eres no entiendes realmente la responsabilidad y el trabajo que supone. Puede ser lo más cercano al sentimiento que actualmente tengo.

El reto es ambicioso sin duda y requiere de mucho trabajo, dedicación y compromiso. No solo hay que definir la hoja de ruta y la estrategia, además hay que implementarla y desarrollarla; no solo hay que definir una colección y diseñar sus modelos, hay que fabricarlos y presentarlos en los estándares de calidad marcado; no solo hay que definir una marca que tenga sentido, que sea consecuente, auténtica y real; además hay que trabajar en posicionarla y darla a conocer.

Yo sabía de mercados financieros (y poco) pero nada de diseño, de tendencias, de necesidades productivas y fabricación, de hacer marca, comunicación, marketing, posicionamiento, web, distribución, retail… Gracias a Dios en uno de los pilares básicos del proyecto (la fábrica) está mi hermano José Ángel que es zapatero y que ha seguido desde pequeño la tradición familiar. Además de su calidad artesanal (aunque no se lo cree, yo le digo que es el Leo Messi del calzado) y la humana; también ha tenido que formarse mucho, y lo sigue haciendo, para pasar del producto donde estábamos antes al que estamos ahora. En el resto de disciplinas tengo la suerte de contar también con grandes profesionales y amigos que he conocido durante mi vida profesional y que nos están ayudando igualmente mucho. No obstante el aprendizaje está siendo brutal.

Pero si debo destacar algún ejercicio de aprendizaje sobre todos los demás, es en lo que al capital humano se refiere. Este es sin duda el gran challenge, generar la confianza en perfiles que llevan toda una vida haciendo lo mismo para que salgan de esa zona de confort y se aproximen al “abismo” de lo nuevo y desconocido, y que además lo hagan con la confianza y la tranquilidad de saber que tienen los avales suficientes por experiencia y saber hacer. Que se lo crean, que se pongan en valor y que disfruten haciéndolo…. Este es sin duda lo más complicado que me está resultando de todo este proceso, luchar contra los miedos del capital humano.

En este punto debo agradecer también al gran trabajo y el compromiso de Javier Calderay García de Casasola. Él es el director general de la empresa y responsable además del desarrollo comercial, de la dirección del equipo en fábrica. Un gran trabajo el suyo.

¿Qué mensaje busca transmitir a través de la marca?
Nosotros miramos al mundo a través de una mora, la mora es el logo que nos identifica. En el escudo heráldico del apellido Morato aparece una morera, el logo es el fruto de esta generación; Morato – Mora – Morado que es nuestro color corporativo.

Pero no se trata de una mora natural, sino una “mora atómica”. El fruto está formado por átomos iguales en tamaño y peso, y simboliza todos los elementos que forman parte de este proyecto: el pueblo, los artesanos y artesanas, la historia, la formación, la sostenibilidad, el respeto, el compañerismo, el personaje, el producto, la materia prima, por supuesto la comunicación, el marketing, la distribución…. Todos ellos son nuestros atributos y valores de marca, todos ellos son las partes que hacen que este proyecto sea un modelo de integración vertical y todos ellos van y deben ir en una misma dirección…. Hacer feliz a la gente.

El cliente puede elegir el diseño y el zapato que desea, ¿suelen apostar por la innovación?
Sin duda alguna uno de nuestro principal valor es que somos zapateros, fabricantes. En nuestra propuesta el objetivo es que el cliente sienta la cercanía del proceso desde el origen. Abrimos las puertas de nuestro taller para que todo el mundo pueda entrar, seleccionar sus pieles, sus hormas, sus patrones y diseñar su modelo a su gusto. Incluso con la posibilidad de poder hacerlo si fuese necesario a la medida.

Zapatos adaptados a plantillas, anchos especiales, empeines altos, incluso cuñas interiores para ganar algún que otro centímetro de altura manteniendo la estética del zapato.

En nuestra tienda de Madrid, así como todas las que abramos; trasladaremos esta experiencia cliente. Nuestro store manager Sara Cons no solo podrá asesorarte sobre tendencias y protocolo, también pondrá a tu disposición un catálogo de pieles, todas nuestras hormas, así como todos nuestros artículos ready to wear, para que a partir de ahí puedas dar alas a tu creatividad y hacer tu modelo exclusivo.

La innovación igualmente va dentro de nuestra propuesta y es uno de nuestros retos. Con nuestra etiqueta inteligente (cryptoetiqueta), en el medio plazo el artículo estará certificado mediante blockchain, podrás ver a través de una aplicación cada paso del proceso de fabricación, conociendo de primera mano a los artesanos/as, la trazabilidad de la materia prima y todos los valores y atributos de marca… como si estuvieses dentro de taller sin moverte del sitio.

Su fábrica se encuentra en Valverde del Camino, ¿busca con ello la unión entre tradición y vanguardismo?
Nuestra mora además de ser atómica mira al futuro. En el showroom que tenemos en nuestra fábrica de Valverde del Camino hay una obra hecha ad hoc por el artística valverdeño Pepe Bonaño. Es un conjunto de dos cuadros, en uno de ellos plasma una intervención del espacio donde se utiliza como lienzo una piel vacuno crust. Piel que nosotros utilizamos para hacer la patina. Pero en este caso el artista deja en blanco precisamente la silueta de un zapato, pitando alrededor a base de tierras naturales y nogalina; productos de antaño que están alrededor del producto nuevo… un producto que aun es un lienzo en blanco sobre el cual estamos trabajando y sobre el que crece el nuevo proyecto pero rodeado de esa esencia antigua, el ADN de la familia, del pueblo, de la tradición.

El simple hecho de que la colección de artículos se presente en nuestro showroom rodeado de cuadros de artistas valverdeños como Ignacio Alcaría y Pepe Bonaño; esculturas de Gregorio Bermejo, con presencia de artistas artesanos del mueble como HERKA, referencias a los artistas musicales que también ha dado nuestro pueblo como Diego Romero o Lucas Macías, incluso la presencia del aguardiente Zarza Mora (que esta año hace un siglo de existencia), en un entorno rodeado de un jardín vertical que simboliza el verde de nuestro pueblo (valle verde del camino)…. Gracias a Ángela Moreno (interiorista de Valverde del Camino, otra artista) por su gran trabajo para dar forma a este concepto. Todo esto no es más que una declaración de intenciones.

Declaración de intenciones con varios objetivos. El primero poner al trabajo artesanal de la confección del calzado en el sitio donde se merece, rodeado de arte… porque precisamente son artistas todos y todas las que forman el equipo de fábrica: Manolo, Consuelo, Nuria, Rosario, Laura, Ana, Andrés, Millán, Juanma, José Ángel, Senra, Esther, nuestros chicos y chicas en prácticas Manu, Lourdes, etcétera. Segundo, esto no va de hacer marca propia, va de quitarnos complejos y poner en valor a otras marcas que tiene nuestro pueblo y de los que debemos estar orgullosos ayudando a darles visibilidad; y tercero, descontextualizar el mundo del calzado y llevarlo a la vanguardia.

Una vanguardia que no solo se refleja en el visual de marca, también en las intenciones en lo que a planta productiva se refiere. Con un modelo totalmente transparente donde desde fuera podrás ver cómo se confecciona nuestro artículo, podrás ver a través de grandes ventanales abiertos al mundo a todos nuestros artesanos. Adicionalmente estamos implementando ERP que nos permitirá tener una trazabilidad perfecta del proceso de fabricación y del origen y calidad de nuestras materias primas. Protocolos de calidad que nos llevarán a cumplir iso de calidad internacional, ser más competitivos, productivos por supuesto, pero manteniendo la esencia artesanal.

Y para que todo este trabajo se refleje en experiencia cliente, que es nuestro objetivo principal; en colaboración con investigadores también andaluces (www.vestigia.io) hemos desarrollado un dispositivo de tecnología punta con el que se pretende luchar contra la falsificación con una clara apuesta por llevar la innovación al sector del calzado. La cryptoetiqueta no solo pretende garantizar el origen del articulo poniendo en valor la marca Valverde del Camino, también muestra la trazabilidad de las materias primas utilizadas, su origen y calidades, los tiempos de fabricación y conocer de primera mano los/as artesanos/as que han formado parte de él, en un claro ejercicio de transparencia y la inquietud que tiene la firma por querer trasladar la experiencia más cercana a entrar en sus talleres, lo avanzado de la propuesta es que mediante tecnología Blockchain la información queda totalmente certificada, avalándose así varios atributos diferenciadores de la marca.

Además de contar con su equipo, también apuesta por tener una escuela taller de forma que los jóvenes tengan protagonismo. ¿Qué les diría a aquellos que quieren dedicarse a este sector?
Les diría que dejen atrás los estereotipos de una industria anquilosada en el pasado. Les diría que todo esto comienza a ser atractivo, que se puede hacer una carrera de calidad en el sector, que hay muchas oportunidades y que hay mucho por hacer, curiosamente siendo una industria madura.

Nosotros planteamos la escuela taller como una necesidad real de nuestro proceso productivo. El reposicionamiento de cliente, de producto, el cambio de materia prima, de acabados, del proceso productivo, de los estándares de calidad, del servicio post venta, del diseño, de la distribución, etc… implica la necesidad de hacer un upgrate en los colaboradores y todo parte de una formación de calidad y dirigida.

Nuestro objetivo es poder llegar en el largo plazo a un concepto de FP dual donde el alumno/a esté en contacto directo y diario con las tareas productivas. Pero hablamos de una formación transversal, es decir el alumno/a no tendrá solo formación específica teórica y práctica en lo que al trabajo manual del proceso de fabricación se refiere. Hablamos también de complementar con módulos de diseño de colecciones, de redes sociales, comunicación y marketing específicos para la industria, formación sobre conocimiento de la industria y sus drivers, técnicas de venta, canales y estrategias de distribución para aquellos perfiles que puedan tener inquietudes de emprendimiento propio.

Próximamente lanzará una línea femenina, ¿qué puede decir de ella?
Nuestra línea femenina está ya presente en nuestra tienda de Madrid C/ Orellana, 16 desde Octubre. Lo que estamos ahora desarrollando es la parte mujer en nuestra tienda online www.javiermorato.com.

La colección pivota alrededor de la horma tejana que es el ADN de nuestro pueblo, pero ya hablamos de hacer una colección redonda donde encontrarás desde el típico artículo made in Valverde del Camino hasta propuestas en diferentes alturas, combinaciones de tacones y pieles para cada ocasión. Por supuesto también encontrarás zapatos planos en formatos Oxfords, slippers e incluso hebillas. Para la primavera / verano incluiremos propuestas en sandalería, bailarinas, esparto e incluso botas abiertas… pronto las podréis ver en nuestra web.

¿Tiene algún proyecto que pueda desvelar a corto plazo?
En todo este ejercicio de transparencia y confianza, la verdad es que nosotros desvelamos todo, no escondemos nada; asómate a nuestras instalación y desde fuera podrás ver todo lo de dentro.

Tenemos varios proyectos para el corto plazo:

A nivel de fábrica queremos dinamizar y atraer tráfico a nuestras instalaciones con visitas guiadas para poner en valor a nuestros artesanos/as, el oficio y el producto. Por parte del Ayuntamiento de Valverde también están muy interesados por promover actividades en este sentido y por supuesto cuentan con nuestro apoyo. Ya hemos recibido visita de alumnos/as de distintos institutos de formación profesional de la provincia de Huelva y de Sevilla.

Es nuestra intención organizar en fábrica un certamen de pintura donde el protagonista sea el oficio artesanal y las personas que lo integran. Adicionalmente todos las 3º viernes de cada mes hacemos ventas especiales en nuestro showroom, allí podéis encontrar artículos utilizados en pasarelas, o una cesión a artistas, o simplemente muestrarios; todos ellos en prefecto estado pero que no se pueden vender en nuestras tiendas y lo hacemos llegar al entorno local con unos descuentos importantes.

A nivel de producto estamos desarrollando nuevas hormas para completar nuestra colección de mujer con artículos más aun de vestir, algún concepto de esparto para la primavera / verano; así como sorpresas para la colección de caballero con unos modelos de speakers que estamos seguro cubrirán las necesidades de los perfiles más causals.

Respecto al modelo de negocio, estamos en negociaciones para cerrar acuerdo de apertura de nuestra segunda tienda propia tras la apertura de Madrid. Será en Barcelona, y dentro de nuestro plan de expansión esperamos tener a finales de año al menos otros 2 puntos más, uno en el norte y otro en el sur de España.

¿Y un sueño en el que JMVC sea protagonista?
Si pudiéramos pedir la carta a los reyes magos nos gustaría que JMVC fuese el germen de un nuevo modelo de negocio que suponga a largo plazo convertir a Valverde del Camino en un verdadero cluster de la industria zapatera pero no solo como fabricantes de un producto particular, sino como un player integrado verticalmente, flexible y de calidad. Una industria que depende de un producto en particular de nicho “el boto” en nuestro caso, sufre cuando la demanda se estrecha. Una industria que pivota alrededor de un modelo de negocio, no de un producto, es más sostenible y estable.

Que todo esto sirva para unir aún más a todos los fabricantes, ganando en competitividad y siendo mucho más productivos. Que ayude a generar riqueza local y que dicha riqueza esté más y mejor repartida, dignificando la labor de todas las personas. Un modelo que “obligue” de algún modo a “ponerse las pilas” a la industria auxiliar, sin duda es básico si queremos ser competitivos ayudando a su vez al incremento de esta riqueza y desarrollo industrial. Que nazcan hormeros, diseñadores/patronistas, piseros, complementos para el calzado, pieles, packaging, logística, etc… que haya centros específicos de formación, centros tecnológicos donde se estudien y desarrollen nuevas técnicas de producción, mejora de los procesos, de las infraestructuras, innovación, etc…

Es un sueño donde JMVC es solo la semilla de un árbol (la morera) que daría frutos (la mora) para todos/as, la vida es sueño.

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